La noche del viernes fue una verdadera fiesta en el estadio “4 de Septiembre” de Sportivo, con una multitud que colmó en buena parte su capacidad para un partido vibrante, semifinal de la Copa Santa Fe con Sportivo y un rival de fuste, como lo fue Rosario Central, con jugadores de la primera local y de reserva que seguramente en poco tiempo estarán, varios de ellos, militando en la primera Canalla.

Sé que más todavía se puede pedir, porque si El Lobo pasaba la serie de penales hubiese jugado la final ante Unión de Santa Fe, pero en los penales, la suerte tiene su cuotita, la efectividad en los remates y la intuición del arquero influyen, y el contexto, llámese nerviosismo, agotamiento, ansiedad, también juega su porción en un momento tan crucial.

Primeros 45 minutos muy parejo, con Central y algunas llegadas de peligro, con remates de media distancia que el arquero local, Pablo Fernández supo resolver de manera brillante, y un Sportivo que manejó el juego, teniendo algunas ocasiones, topándose casi siempre con una férrea defensa canalla que la reboleaba a diestra y siniestra.

El árbitro jugó su partido aparte, sembró de amarillas a Sportivo, la defensa condicionada con amonestaciones, cuando en realidad no es necesario tantas tarjetas para mostrar autoridad en el campo de juego.

El complemento empezó mal para Sportivo, a los 4 minutos Central llegó hasta la puerta del área Rojiverde, y Juan Cruz Cerrudo, desde el borde de la 18, sacó un remate inatajable para el uno Fernández.

A partir de allí y hasta el minuto 51 fue un monólogo de Sportivo. Manejó el juego, no tuvo errores, llegó cuantas veces se lo propuso, aunque Central se abroqueló con dos líneas de cuatro bien compactas impidiendo que la pelota transponga esa barrera y llevara riesgo para su arco. En criollo; se colgó del travesaño, jugando de contra cuando se le presentaron, no muchas, oportunidades para hacerlo.

Pero en el minuto 51, cuando se terminaba el partido y la desazón invadía a los miles de hinchas locales, llegó un remate desde unos 25 metros de Alan Balbi, de derecha, a media altura, contra el parante izquierdo de Valentino Quinteros y se desató la locura con el empate del Lobo.

Penales y a sufrir, porque iba dos penales abajo Sportivo en la definición; Fernández del Rojiverde se atajó dos, se volvió a dar vida a la clasificación, pero en el uno a uno, desniveló el Canalla.

Sabor amargo por la derrota, pero el orgullo bien alto, mucho sacrificio de los dirigidos por Grazziosi, lo dieron todo, algunas no salieron, pero dejaron “la piel” en la cancha. Hubiese sido injusto terminar los 90 perdiéndolo allí, en el futbol no se merece, se convierte; pero si hablamos de justicia Sportivo debió haber pasado.

DEFINICIÓN POR PENALES

Sportivo: Romero gol, Mavilla se lo atajaron, Balbi arriba del travesaño, Alemandi gol, Segovia gol, Pizzichini gol. Tombolini travesaño.

Rosario Central: Módica gol, Duarte gol, Raffín se lo atajaron, Ciccioli gol, Salteño se lo atajaron, Serra gol, Quinteros (arquero) gol.  

Fotos: Prensa Sportivo   

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