Propio de una travesura de un pequeño que acompañando a sus padres al Sagrario de la Parroquia Nuestra Señora de Fátima, pasada la medianoche de ayer, introdujo su cabeza entre los barrotes de metal que resguardan al Sagrario y a la una de la mañana de este miércoles fueron convocados los Bomberos Voluntarios para sacar al pequeño de esa difícil situación.

El Cuerpo Activo de Bomberos utilizando las herramientas correspondientes, Expansora Hidráulica, abrió un poco el espacio entre los barrotes y el niño pudo sacar su cabecita de ese lugar. Solo un susto y la ansiedad propia de ese momento sin ningún tipo de lesiones.

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