Hacía un tiempo que Koki estaba batallando con todas sus fuerzas, la de su familia y la comunidad toda, contra esta terrible enfermedad, Esclerosis Lateral Amiotrófica, pero este lunes por la tarde se complicó de manera abrupta, con el desenlace que nadie esperaba.

Cuando en los medios nacionales la conductora infantil Cecilia “Caramelito” Carrizo contó que su hermano Martín padecía la misma enfermedad y viajaba a Estados Unidos para realizar un tratamiento que mejoraría su calidad de vida, llegó el hilo de esperanza para Koki y de ahí el periplo para poder recaudar una importantísima cantidad de dinero necesario para solventar  viaje, estadía y costos de terapias que pudieran hacerle frente a una enfermedad tan progresiva.

La ciudad toda, la región también se puso al hombro esta cruzada para que este parejense, el amable, el de la sonrisa siempre en su rostro, pudiera viajar y renovar la ilusión de mejorar su calidad de vida. Rifas, espectáculos, shows a beneficios, fueron necesarios para recaudar fondos y esperar el día para que Koki viajara.

En Estados Unidos el tratamiento se llevó adelante de la mejor manera, con hasta 110 inyecciones por día que Koki soportaba con esa sonrisa porque estaba convencido que era lo que debía pasar para poder batallar esa enfermedad que lo aquejaba. Después la pandemia, después volver a la Argentina, la cuarentena en su casa con los familiares que habían viajado con él, continuar con su tratamiento en nuestra ciudad y anhelar volver a ese país para una segunda etapa de tratamiento que lamentablemente no pudo ser; el desenlace fue antes y Germán, el Koki, este lunes fue asistido de urgencia y su cuerpo ya no lo resistió. Ese mismo cuerpo que había batallado tantas, esta vez no podía seguir más.

Queda saber que se hizo todo lo humanamente posible y al alcance de todos y mucho más también para poder ayudarlo, pero no alcanzó.

Se lo recordará eternamente con esa sonrisa en su rostro, con esa amabilidad que pocos tienen en todo momento, pero principalmente, la historia dirá que fue un luchador hasta el fin.

Descansa en paz, Koki.

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